VI Domingo de Pascua
Jn 14,23-29
La promesa del Espíritu
Nos encontramos en este VI Domingo de Pascua con una hermosa promesa: el Espíritu nos enseñará todas las cosas y nos recordará todo lo que Jesús dijo (v.26).
El Espíritu es llamadao "Paráclito". Esto quiere decir el que ejerce la función de "abogado", "maestro", "ayudante". Todas estas variantes, en definitiva, nos hacen reconocer una misión muy imprtante del Espíritu Santo: nos ayuda a mantener viva la memoria sobre la vida de Jessús, en tres sentidos:
1. Nos ayuda a profundizar en las enseñanzas del Maestro, de tal modo que experimentemos siempre viva la memoria de Jesús con todo su misterio pascual, en todo tiempo. Hacer memoria es hacer actual la presencia de Jesús, de tal manera que no nos sentimos solos.
2. Nos impulsa a dar testimonio de esas enseñanzas para que sigan dando vida a otros, es decir, nos da la fuerza para compartir la memoria y de ese modo siempre recordar que la Vida nos da vida.
3. Nos ayuda a defender la verdad de Jesús ante el mundo, precisamente porque nos aclara quién es Jesús y su significado salvador para el mundo, aunque el mundo no quiera reconocerlo.
El Espíritu Santo nos ayudará a recordar que:
- La paz sólo se encuentra en Cristo.
- Sólo hay un Camino que nos conduce a la Verdad y la Vida.
- La obra que Dios quiere es que creamos en su Enviado.
- El mensaje de Cristo se resume en el amor a Dios y al prójimo.
- Somos hijos de Dios por pura gracia.
Necesitamos de la presencia del Paráclito en nuestro caminar cristiano, para mantener viva nuestra fe, para que nuestro corazón no sea cobarde y para que actualizar continuamente el reinado de Jesús. Pidamos con frecuencia la presencia del Espíritu Santo.
¡Animo!