Todos los Santos

31.10.2020 11:38

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12a

En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles y les dijo:

“Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.

Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”. Palabra del Señor.

__________________________________________________

 

Reflexión:

LA SANTIDAD COMO CAMINO

 
Una vez al año podemos celebrar  la santidad de todos los santos, de modo solemne, festivo y con sentido de totalidad . En este fiesta vale la pena hacer una reflexión sobre lo que significa la santidad a la luz de la Palabra de Jesús. Por eso ponemos atención al texto del evangelio, en el cual descubrimos la santidad como un don de Dios que debe ser recibido, asumido y trasparentado en el camino de la vida.
 
El don es recibido: solo un corazón pobre es capaz de reconocer la bondad y la misericordia del Señor; sólo un corazón puro es capaz de ver  a Dios. En e camino de la vida se necesita  tener un corazón abierto al don de Dios, para poder encontrar el sentido de nuestra vocación de hijos de Dios. Así han vivido en esta vida aquellos que nostros reconocemos como santos.
 
El don es asumido:  bienaventurados son aquellos que asumen el camino de  la cruz, con la esperanza en la resurrección, sólo así se hereda la tierra.  Se necesita reconocer que nuestro camino es una experiencia constante de pascua, junto a Jesús.  Además, es importante caminar reconociéndose "misericordiados", confiando en la misericoridia y mostrando misericordia. Esta expereincia de abandono en la miserircordia de Dios es la han vivido todos los santos.
 
El don es trasparentado:  la santidad de Dios es reflejada en  aquellos que luchan por la justicia y la paz. aunque sufran persecusión. La cosa importante es mantenerse en la dinámica de dar a conocer los valores del Reino de Dios. Ese rostro de santidad es el que  han  reflejado todos  aquellos "amigos de Dios" que han  aceptado valientemente los valores del Reino. Y por eso son modelos para nosotros.
 
Estamos llamados a ser santos en el camino y vivir la santidad como camino.
Un motivo constante para vivir esta dinámica es la siguiente:  «Así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, como está escrito: Seréis santos, porque santo soy yo» (1 Pe 1,15-16).

La santidad es una llamada constante, una tarea permanente y una promesa inspiradora.
Sigamos en camino...
 
 
 
 
_________________________________
Para profundizar:
 

«Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana; son promesas paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones; anuncian a los discípulos las bendiciones y las recompensas ya incoadas; quedan inauguradas en la vida de la Virgen María y de todos los santos» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1717).

 

Sobre la intercesión de los santos.

Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan más firmemente a toda la Iglesia en la santidad...no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad” (Lumen Gentium, 49).

 

El Papa Francisco en una holmilia del año 2015:

Queridos hermanos y hermanas, este es el camino de la santidad, y es el mismo camino de la felicidad. Es el camino que ha recorrido Jesús, es más, es Él mismo este camino: quien camina con Él y pasa a través de Él entra en la vida, en la vida eterna. Pidamos al Señor la gracia de ser personas sencillas y humildes, la gracia de saber llorar, la gracia de ser mansos, la gracia de trabajar por la justicia y la paz, y sobre todo la gracia de dejarnos perdonar por Dios para convertirnos en instrumentos de su misericordia.

Así han hecho los santos, que nos han precedido en la patria celestial. Ellos nos acompañan en nuestra peregrinación terrena, nos animan a ir adelante. Que su intercesión nos ayude a caminar en la vía de Jesús, y obtenga la felicidad eterna para nuestros hermanos y hermanas difuntos, por quienes ofrecemos esta misa.