Hace pocos días leí en un libro esta frase: "todo es sufrimiento". Las primeras impresiones fueron sorpresa y al mismo tiempo de preocupación. Sorpresa porque la expresión tal cual parece absolutista, tatalizante y poco esperanzadora. Me causó preocupación porque me hizo pensar en el futuro que me espera, ¿todo será sufrimiento?

 

La frase luego se complementa con una explicación. Decir que todo es sufrimiento es afirmar que todo en esta vida es limitado,  pasajero y contingente. Los límites siempre son causa de sufrimiento. Nos preocupamos por el límite de nuestra salud, nuestras capacidades, nuestra edad, incluso de nuestras alegrías que no duran para siempre... 

 

Pero hay un dato de fe que nos ayuda a soportar el dramatismo de la frase: nunca sufrimos solos, además Dios se pone del lado del que sufre. El Señor Jesús, con su misterio pascual se ha unido al sufrimiento de todo hombre, en todo tiempo y lugar. Este es un dato que nos da consuelo o, al menos, que nos debería abrir nuevas ventanas para la reflexión.

 

Vale la pena reflexionar sobre nuestros límites y aprender a caminar con esos límites, manifestando nuestra confianza en el Señor.

 

P. Rafael