TODO A SU TIEMPO

27.07.2022 09:33

Todo a su tiempo

Para madurar en la vida se requiere tiempo, lógicamente pasando por un proceso de crecimiento que implica diversidad de experiencias.
No podemos pretender que una persona logre su madurez de un día para otro. El  camino de la vida no es automático. En la vida se necesita dedicar tiempo para asumir tareas, enfrentar retos, resolver problemas, descubrir las debilidades, aceptar las equivocaciones, replantear opciones, incluso tiempo para analizar el propio proceo.
 
Por cierto hablando de equivocaciones, me viene a la memoria una idea que he leído hace poco en la obra "Crimen y Castigo" de F. Dostoyevski. El novelista ruso dice: "Me gusta que se equivoquen. En esto radica la superioridad del hombre sobre los demás organismos. Así llega uno a la verdad. Yo soy un hombre, y lo soy precisamente porque me equivoco. Nadie llega a una verdad sin haberse equivocado catorce veces, o ciento catorce, y esto es, acaso, un honor para el género humano". Es una expresión que nos hace reconocer el modo cómo se alcanza la madurez, descubriendo nuestra responsabilidad, equivocaciones y replanteando caminos.
 
Si reconocemos que madurez es aceptar las responsabilidades, pues podríamos decir que las mejores responsabilidades se asumen después del descubrimiento de la verdad, pasando por las equivocaciones y asumiendo con más convicción nuestra realidad de hombres en el mundo que están llamados a dar el propio aporte, mejorándose, mejorando el ambiente y mejorando a los demás.
 
Todo esto llega a su tiempo, se requiere tiempo. Pero no se trata de esperar hasta un después. Es mejor pensar que, mientras avanzamos hacia ese "tiempo futuro", ya estamos en camino, asumiendo tareas. Ese proceso es el que nos hace madurar. Es cuestión de seguir los pasos apropiados en la dirección apropiada.
 
Pero también se requiere un ojo atento, para descubrir que, con el tiempo, nuestras responsabilidades son más (y quizá más exigentes). Sobre todo si pensamos que, en la medida que crecemos, nuestra responsabilidad hacia las nuevas generaciones es cada vez mayor. 
 
Por ejemplo,
un sacerdote que va asumiendo nuevas tareas en su ministerio;
un padre de familia que va descubriendo nuevas tareas frente a sus hijos;
un catequista que va experimentando la belleza de ser compañero de camino en la fe;
un profesor que descubre cada vez más las implicaciones en la juventud de su estilo de enseñar;
un doctor que va redescubriendo por experiencia la importancia de su servicio;
un amigo que va descubriendo el signficado más profundo de la amistad;
un...
 
Y cada uno podría proponerse como tarea el "redescubrir" qué tiempo está viviendo, hacia qué tiempo se encamina, qué tiempo se debe todavía construir, cuánto tiempo dedicar para pensar en estas cosas..
 
Tratemosde ubicar todo a su tiempo.
 
Animo,
 
P. Rafael