Mi nombre es Rafael. Me gusta mi nombre. Me gusta por distintos motivos: porque es mío, porque tiene un gran significado, porque se escibre fácil, porque es como un "programa de vida"...

 

Si alguien me pregunta quién soy, fácilmente puede decir "yo soy Rafael", precisamente porque es el nombre que me identifica. Pero hay otra cosa que me gustaría recalcar ahora: también "quiero ser Rafael", porque allí se esonde una misión.

 

Para explicar mejor este deseo me remito a una frase que escuché de la predicación de Mons. Bolaños, en la misa patronal en San Rafael Obrajuelo. Casi al final de su predicación el Obispo dijo más o menos estas palabras: todos debemos ser Rafael, porque todos estamos invitados a llevar sanación a los demás y también estamos llamados a ser compañeros de camino de los otros hermanos.

 

Ya que el significado de ese nombre es "medicina de Dios", o también se puede decir "Dios cura", "Dios ha curado". Todo esto nos hace pensar en una obra sanadora en favor de las personas más necesitadas. En ese sentido ese nombre es un programa de vida, es una misión, es una espiritualidad.

 

Por todo lo dicho anteriormente, yo podría decir: soy Rafael (identidad), pero también quiero ser Rafael (misión).

 

¿Aceptamos esa misión?

 

Un abrazo,

Animo,