Quedar con hambre
QUEDARSE CON HAMBRE
San Bernardo en uno de sus sermones dice: "Si has hallado la sabiduría has hallado la miel; procura no comerla con exceso, no sea que, harto de ella, la vomites. Come de manera que siempre quedes con hambre" (Sermón 15, sobre diversas materias: PL 183, 577-579).
Esta afirmación me ha llamado la atención y me gustaría puntualizar algunas cosas:
1. La sabiduría es como la miel: es algo agradable, apetecible, deseable, que mueve nuestros impulsos emocionales e intelectuales. Es importate preguntarse hacia dóndo o hacia quién se mueven nuestras energías. Si Jesús es nuestra sabiduría, entonces nuestro camino se dirige hacia él.
2. La invitación a no comer en exceso: todos los excesos siempre hacen daño. Podría causar saturación, luego desinterés y hasta rechazo y esto no es conveniente. La virtud está en la moderación. Es importante hacer una búsqueda con paciencia, paso a paso, para hacer un crecimiento auténtico. Lentos, pero seguros. Sobre todo nuestro seguimiento de Jesús es un caminar poco a poco.
3. Quedarse siempre con hambre: la experiencia del hambre es interesante si se asume bien y si se tiene con qué alimentarse. El hambre nos hace buscar... Por eso es importante valorar el hambre, ya que nos mueve a buscar la fuente que puede saciar. Que bueno sería sentir hambre de la persona de Cristo siempre.
¿Cuál es nuestra hambre?
¡Ánimo!