El ideal para toda familia o cada sociedad puede ser sintetizado en esta combinación de palabras: pan y paz. En dos palabras se expresa lo necesario para vivir en armonía y con salud.

 

Pan: quiere decir lo necesario para vivir dignamente; se trata de tener el alimento y el sustento que hagan posible que cada miembro de la familia reciba la nutrición necesaria para crecer y desarrollarse. El pan es la imagen de lo más básico para vivir. No se puede vivir sin pan. Por eso en la oración que nos enseñó el Señor decimos con voz profunda y confiada: "danos hoy el pan de cada día..." (Mt 6,11). Esta oración se debe hacer de todo corazón y con manos responsables.

 

Paz: quiere decir la armonía y el ambiente apropiado para compartir el pan; se trata de las relaciones saludables, también de la seguridad necesaria para desarrollarse, trabajar, divertirse y educarse. No se puede vivir dignamente sin paz. La paz es un don que viene del Señor, pero también es una responsabilidad de cada persona, de tal modo que de nosotros depende cómo aprovechamos el don del Señor. Recordemos que Cristo es nuestra paz (Ef 2,14).

 

Todos tenemos derecho a tener pan y paz. Todos debemos ser protagonistas en esfuerzo por tener pan y paz.

 

¿Que les parece caminar teniendo este doble fundamento?

¿Les parece que vale la pena agregar otro punto de apoyo para nuestro caminar?

 

 

Animo,

P. Rafael