NO TENER MIEDO
En varias ocasiones se dice en los Evangelios que Jesús, Resucitado, les da palabras de ánimo a sus discípulos, usando esta expresión: "No tengan miedo".
Es una invitación siempre actual, para todo tiempo y lugar. También hoy necesitamos poner atención a esa palabra que nos anima y nos impulsa caminar hacia adelante.
Y es que el miedo puede causar varios efectos en nosotros:
- Podría paralizar cualquier iniciativa novedosa de crecimiento o evangelización.
- Podría manifesetarse como cerrazón para el diálogo y en ese sentido un bloqueo para el aprendizaje.
- Podría mostrarse como conformismo y espíritu apocado y, por tanto, no hay deseo de seguir caminando.
- Podría causar ceguera para no ver los nuevos signos del Espíritu.
- Podría hacer crecer el espíritu egoísta, centrando la mirada sólo en sí mismo, sin ver las posibilidades de la fraternidad.
- Podría bloquear la posibilidad de mostrar una "Iglesia en salida".
La lista puede seguir...
Con estos puntos ya podemos pensar un poco: ¿Cuáles son los miedos que debemos vencer?
Dejemos que el Espíritu del Resucitado refresque y motive nuestras vidas.
Animo,
P. Rafael