LA LLAMADA A LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL

10.04.2018 17:18

 

GAUDETE ET EXSULTATE

Es el título de la Exhotación Apostólica del Papa Francisco, firmada el 19 de marzo de 2018, en la cual nos ofrece algnos puntos importantes de reflexión sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.

El documento tiene 5 capítulos:

1. El llamado a la santidad

2. Dos sutiles enemigos de la santidad

3. A la luz del Maestro

4. Algunas notas de la santidad en el mundo actual

5. Combate, Vigilancia y discernimiento

 

El Papa nos presenta, con lenguaje concreto y retador, algunos puntos que debemos recordar en nuestro proceso de respuesta a la llamada a la santidad.

Me gustaría comentar algunas ideas sobre el Documento del Papa, las cuales me parece que vale la pena subrayar y que, en difinitiva, pueden ser claves de lectura para continuar profundizando en reflexiones posteriores.

Primero: 

La llamada a la santidad se nos recuerda que es para todos. La santidad es el rostro más bello de la Iglesia (n. 9); además, esa belleza también la podemos encontrar fuera de la Iglesia. Es una santidad que cada vive en su propio camino: "cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de si, aquello tam personal que Dios ha puesto en él"; esta es una invitación clara a la originalidad de la santidad, porque es un "proyecto único e irrepetible" que Dios ha querido para cada uno desde siempre (nn. 11-13); por tanto se puede afirmar: "cada santo es una misión (única)" (n. 19).

Segundo:

¿Dónde vivir la santidad? La respuesta: cada uno en el lugar donde se encuentra, allí debe ofrecer la vida "viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día" (n. 14).

Tercero:

La fuente de la santidad: es la gracia del Bautismo que fructifica en un camino de vida (n. 15). Por tanto es importante destacar el sentido de desarrollo y de proceso de la vida de santidad. Realizando "acciones ordinarias de manera extraordinaria" (Card. F.J.N. van Thuan).

Cuarto:

Los medios: la oración, la Palabra, los sacramentos, la comunidad, el testimonio...

La medida: la caridad de Cristo, modelando nuestra vida según la suya (n. 21).

 

Quinto:

Dos enemigos sutiles de la santidad:

1. El gnosticismo (nn. 36-42): entendido como fe encerrada en el subjetivismo; desencarnación del misterio, es decir una espiritualidad desencarnada; superficialidad vanidosa; lógica fría y dura que busca dominarlo todo; una doctrina sin misterio: es una ideología que quiere domesticar el misterio.

2. El pelagianismo (nn. 47-51): entendido como una exagerada  atención a la voluntad, una voluntad sin humildad: confiar sólo en las propias fuerzas; esto significa que una persona puede pensar que es mejor por cumplir ciertas nosrmas.

Sexto:

El modelo original es Jesús, el Maestro. Jesús propone el sermón de las "bienaventuranzas" como el "carnet de identidad del cristiano" (n. 63). Las bienaventuranzas liberan de las debilidades del egoismo, de la comodidad y del orgullo (n. 65). Por tanto, a las luz de las bienaventuranzas, santidad es (nn. 67-94):

  • ser pobre en el corazón
  • reaccionar con humilde mansedumbre
  • saber llorar con los demás
  • buscar la justicia con hambre y sed
  • mirar y actuar con misericordia
  • mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor
  • sembrar paz a nuestro alrededor
  • aceptar cada día el camino del evangelio aunque nos traiga problemas
Por fidelidad al Maestro estamos invitados a vivir el "gran protocolo": la misericordia en concreto, según Mt 25,31-46; esto nos interpela para contemplar el rostro de Cristo en aquellos con los que él mismo ha querido identificarse (n. 96).
 

Séptimo:

La santidad se debe vivir en el mundo actual, en el contexto actual, con todas sus exigencias, retos, riesgos y posibilidades que presenta la cultura de hoy. Por ejemplo:
- Ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita
- La negatividad y la tristeza
- La acedia comoda, consumista y egoista
- El individualismo
- Formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso.
 

Octavo:

Algunas notas que presenta el Papa, como una especie de caminos, puntos de apoyo o impulsos que debemos considerar en nuestra vivencia de la santidad:
  1. Centrados y firmes en Cristo para tener aguante, paciencia y mansedumbre (nn. 112-121).
  2. Capacidad de vivir con alegría y sentido del humor (nn. 122-128).
  3. Considerar la santidad como audacia, fervor, entusiasmo y empuje evangelizador (nn. 129-139), es decir, como parresía.
  4. La santidad es apertura a la novedad, superando miedos o instalaciones, inercias o inmobilidades.
  5. La santidad se vive en comunidad, porque "la santificación es un camino comunitario" (n. 141).
  6. Para la santidad se necesita la oración constante: como apertura habitual a la trascendencia. El espíritu orante necesita comunicarse con Dios (n. 147).
  7. El silencio permite discernir, a la luz del Espíritu, los caminos de santidad que el Señor nos propone (n. 150).
  8. La importancia de la memoria de las acciones de Dios en la historia y en la propia vida, es una memoria agradecida (n. 153).

Noveno:

Algunos ejes transversales que siempre están presentes en el camino de santidad:
  • Combate: la vida cristiana es un combate permanente (n. 158).
  • Vigilancia: sobre todo ante la corrupción espiritual (nn. 164-165).
  • Discernimiento: como instrumento de lucha para seguir mejor al Señor; permite entrever en él el misterio del proyecto único e irrepetible que tiene para cada uno...
 

Décimo:

    Por último, propongo algunos puntos que me han marcado en modo particular:
  1. Entender la santidad como una misión (n. 23), lo cual exige oración, discernimiento, decisión, dar de sí lo mejor en el empeño (n. 25).  "La vida es misión; no es que tenga una misión" (X. Zubiri) (n. 27).
  2. La santidad se construye con pequeños pasos en la cotidianidad (n. 16). 
  3. Cuando tomamos como ejemplo la vida de los santos debemos aprender a ver el conjunto, con una mirada global (n. 22)
  4. La santidad como fuente de alegría y fecundidad (nn. 32-34); además, como plenitud de la humanidad en Dios.
  5. Para crecer en santidad debemos reconocer nuestros límites y dar espacio a la gracia (n. 50); somos justificados por la gracia, por el don libremente acogido y recibido (n. 56).
  6. La santidad como un progreso (n. 50); y tiene forma histórica y progresiva.
  7. La clave cristológica: felices como Cristo y misericordiosos como Cristo.
  8. La relación con Dios nos lleva a la relación con el hermano (y viceversa).
  9. La misericordia como "viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 105). Es la "llave del cielo".
  10. La comunidad como contexto, objetivo y motor... (nn. 145-146).
  11. La sana relación entre teología y santidad... se aprende para vivir... (n. 45).
 
 

Conclusión: 

El Papa nos ayuda a redescubrir todas las posibilidadesd para responder a la gran llamada; podemos hacerlo en modo original, concreto, actual. Está en juego nuestra felicidad.

¡Animo!

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Aquí el enlace para descargar el documento:

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