IV Domingo de Pascua
Jn 10,27-30
ESCUCHAR, DEJARSE CONOCER, SEGUIR.
Estamos en el Cuarto Domingo de la Pascua, este es el llamado "Domingo del Buen Pastor". Se nos presenta como texto para la reflexión la parte final del capítulo 10 de San Juan.
Contexto (vv.22-26): Jesús se encuentra en el templo de Jesuralén, era invierno (v.22). Era la fiesta de la Dedicación. Jesús habla con los judíos (v.24), los cuales están haciendo la pregunta sobre el Mesías (v.24). Nos encontramos, pues, con una pregunta insistente que posiblemente no tenga tanto interés de conocer la verdad. Sin embargo, Jesús responde con obras (v.25) y palabras, realizadas en nombre del Padre. Pero los judíos no han querido creer (v.26). En este contexto entedemos mejor las palabras del "Hermoso Pastor" (vv. 11.14).
En esa situación de propuesta y poca aceptación por parte de los judíos —incluso quisieron apedrearlo (v.31)—, Jesús continúa dando su respuesta enfatizando la clave de la fe: escuchar, dejarse conocer, seguir...
Para ser de las ovejas de Jesús y permanecer siempre en su rebaño es necesario reconocer puntos realmente fundamentales:
1. Somos ovejas del Padre (v.29). El Padre nos ha entregado en las manos del Hijo. Estamos en sus manos.
2. La pertenencia al rebaño se debe hacerse explícita en compromisos bien precisos:
- Escuchar: sólo escuchando podremos entender de qué se trata el camino.
- Dejarse conocer: que es lo mismo dejarse amar.
- Seguir: responder con una actitud de compromiso permanente.
3. La cosa mejor que hace el Pastor: dar la vida eterna a sus ovejas (v.28).
¿Cuál es nuestra experiencia como parte del rebaño de Jesús?
Animo!