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IV Domingo de Adviento
Mt 1,18-24
DIOS CON NOSOTROS
Estamos muy cerca de la fiesta de Navidad. Y la palabra de Dios siempre se encarga de ayudarnos a disponer nuestros corazones para celebrar el misterio del Dios Encarnado.
Es muy consoladora la escena que nos presenta el evangelio de este domingo, sobre todo en este tiempo que quizá pensamos que Dios está muy lejos. En el Enmanuel, "Dios con nosotros", se cumplen todas las promesas. ¡Esta es una gran Noticia! El plan de salvación se hace cercano a través de una familia especial: la pareja de aquellos jóvenes enamorados y comprometidos, José y María. El nombre del Niño será Jesús, lo cual quiere decir que la salvación está muy cerca.
Reconocer que Dios está siempre cerca de nosotros es una verdad fundamental que nos anima en el camino de la vida. Dios es cercano a nuestra historia, se ha hecho historia, se ha hecho hombre, ha puesto su tienda entre nosotros para hacer camino con nosotros. Y esto, para nosotros que somos seres históricos, nos ofrece un sentido especial a todo lo que hacemos: casa cosa y cada etapa es un eslabón en la gran cadena de la historia de la salvación porque Dios ha querido venir a nuestra historia.
Por tal motivo una cosa que podemos celebrar en este cuarto domingo de Adviento es la cercanía de Dios. Su cercanía nos inspira y fortalece, nos alienta y compromete. Sigamos avanzando con paso firme, reconociendo la presencia de la promesa cumplida de Dios.
Nuestra mejor respuesta a esa cercanía es la acogida, al estilo de José. Aquel muchacho, descendiente de David, obedece al Señor y se pone en camino para cumplir con la propuesta del Señor.
Saber aceptar la presencia del Hijo del Altísimo entre nosotros, vivida come apertura amorosa y comprometida es un signo necesario para el mundo de hoy tan necesitado de una palabra de esperanza.
¡Ánimo!
Para profundizar más:
https://www.sanvicentemartirdeabando.org/adviento_a/4/g_gutierrez.htm
https://www.youtube.com/watch?v=jgcyjZqW5-I