II Domingo de Adviento

04.12.2015 22:15

Lc 3,1-6

VEREMOS LA SALVACIÓN DE DIOS

Estamo en el segundo domingo del Adviento. Un paso más en nuestro camino hacia la celebración de la Navidad. En este camino se nos invita a discernir y decidir sobre lo mejor que nos puede ayudar para nuestro crecimiento como cristianos (Cfr. Flp 1,9-10).

En el texto del evangelio de este domingo, propongo que pongamos atención a los siguientes puntos: 

1. Un tiempo concreto:

El evangelista Lucas se preocupa por darnos un dato temporal bastante bien documentado, para eso usa como punto de referencia al emperador del momento (Tiberio) y los gobernadores de las regiones cercanas. También se hace mención de los sumos sacerdotes del momento: Anás y Caifás.

Este dato nos ayuda a demostrar la historicidad de la persona de la cual se habla: Juan el Bautista, el precursor de Jesús.

Juan será entonces la conexión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, él nos invitará a introducirnos en modo radical en la Nueva Alianza.

2. Un espacio concreto:

El espacio geográfico es el desierto, en las cercanías del rió Jordán. En ese ambiente Juan recibe la palabra de Dios y la respectiva misión, que consiste en predicar un bautismo de conversión.

El desierto es un lugar propicio para el encuentro cara a cara con Dios; a partir de ese encuentro vienen los cambios…

3. Una compromiso concreto:

El compromiso es la conversión, que se manifiesta en algunas exigencias bien concretas, haciendo referencia a las palabras del profeta Isaías (Cfr. Is 40,3-5):

  • Preparar el camino para el Señor
  • Allanar senderos para el Señor.
  • Enderezar lo torcido para el Señor.
  • Emparejar lo escabroso para el Señor.

La gran noticia después de todo esto: ¡veremos la salvación de Dios! (v. 6). La Buena Noticia, por tanto, nos deja un buen sabor de salvación. Se nos invita a esperar la salvación, preparando un camno. La salvación llegará para nosotros, en nuestro tiempo y en nuestro lugar donde estemos.

¿No sería bueno hacer en estos días una buena confesión?

¡Animo!