I Domingo de Adviento
Lc 21,25-28.34-36
PRESENTARSE SEGUROS ANTE EL HIJO DE HOMBRE
Comenzamos un nuevo año litúrgico. Los primeros pasos de este año nos ecaminarán por la ruta del Adviento hasta llegar a la gran celebración de la Navidad.
El primer domingo del Adviento intenta despertarnos, Jesús nos dice: "estén despiertos y oren incesantemente" (v.36). Se acerca Alguien especial y ante este Alguien deberíamos presentarnos seguros.
Para presentarnos seguros ante el Señor se proponen algunas medidas concretas:
- Prestar atención: estar en vela (v. 36), esto se puede hacer con una actitud continua de oración.
- No dejarse adormecer o aturdir por los vicios, por ejemplo la embriaguez (v.34); lo importante siempre será tener un corazón abierto, despierto y totalmente conciente.
- No dejarse envolver demasiado por la preocupaciones de la vida hasta el punto de distraernos de la persona principal.
- Orar: lo cual significa concentrarse el Señor.
Demos el primer paso con seguridad para que el resto del camino nos vaya asegurando y confirmando en nuestra cercanía con el Señor.
¿Qué vamos a preparar para comenzar el camino en esta primera semana?