EL PROYECTO PASTORAL PARROQUIAL: JESÚS

03.02.2014 08:48

 

EL PROYECTO PASTORAL PARROQUIAL: JESÚS

 

Juan Pablo II, al iniciar el tercer milenio, en la Novo Millennio Ineunte, expresa una idea fundamental para nuestra pastoral parroquial. Es una afirmación que nos invita a poner la mirada en el centro de nuestro trabajo pastoral. Dice el Papa:

«No se trata, pues, de inventar un nuevo programa. El programa ya existe. Es el de siempre, recogido por el Evangelio y la Tradición viva. Se centra, en dfinitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar, para vivir en él la vida trinitaria y transformar con él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén  celeste. Es un programa que no cambia al variar los tiempos y las culturas, aunque tiene cuenta del tiempo y de la cultura para un verdadero diálogo y una comunicación eficaz» (n. 29)

Este texto nos recuerda cuál debe ser nuestra inspiración principal en todos nuestros trabajos pastorales. Todo trabajo pastoral debe ponerse como meta hacer conocer y amar a Jesús, para imitarlo y así transformar la propia historia humana. Hacer que la historia de cada hombre se convierta en una historia divina conciente.

Más adelante, en el mismo texto, el Papa insiste: «Sin embargo, es necesario que el programa formule orientaciones pastorales adecuadas a las condiciones de cada comunidad».

¿Cuáles son las condiciones de nuestra comunidad parroquial? ¿Dónde están los principales puntos de interés? De acuerdo a la realidad de nuestra parroquia así podemos sacar prioridades pastorales. Nosotros, concrtamente en San Rafael, hemos decidido poner las siguietes prioridades:

1. Misión: evangelización permanente, persona a persona y también de modo focalizado y procesual.

2. Formación integral: con los niveles de catequesis, talleres de oración, formación familiar, etc.

3. Solidaridad: asistencia a los más necesitados y promoción humana.

4. Profundización de la experiencia comunitaria: con la edificación espiritual mutua.

5. Articulación: trabajo de conjunto, integración armónica, con sentido de parroquialidad y ministerialidad, según la estructura parroquial y sectorial.

6. Acompañamiento: de los principales responsables.

 

Pidamos al Señor que nos ayuda a llevar adelante estas prioridades.

¡Ánimo!