EL MÁRTIR ABRE CAMINOS
EL MÁRTIR ABRE CAMINOS
Comenzamos nuestra reflexión afirmando que un mártir (testigo) es alguien que abre caminos. En este sentido, los mártires son necesarios para que la comunidad cristiana sepa y recuerde cuál es el camino a seguir.
San Óscar Romero, como pastor y mártir es para nosotros los salvadoreños y para toda la Iglesia un punto de referencia necesario si queremos entender cómo se hace seguimiento de Cristo en estos tiempos. Monseñor Romero, con su entrega a Cristo y su servicio a la Iglesia, especialmente a los más pobres, nos recuerda siempre que sí es posible ser fiel al Evangelio. Y eso es como una estímulo permanente para seguir abriendo caminos de fe.
Es interesante que en la oración que se hace por intercesión de San Óscar Romero, se reconoce que Monseñor Romero fue un pastor ejemplar siempre al servicio de la Iglesia y, sobre todo al servicio de los más pobres y necesitados. De ese modo se indica el modo más apropiado de ser fiel al Evangelio: la auténtica projimidad.
Esta es la fidelidad que debemos aprender: seguir ese camino de servicio y seguir abriendo caminos... en nuestra realidad histórica.
Nos toca a nosotros seguir actualizando el espíritu martirial de Monseñor Romero, promoviendo una Iglesia servicial, pascual, profética, martirial, atenta al palpitar de la historia.
San Oscar Romero, ruega por nosotros.
Un abrazo,
P. Rafael