Nosotros concemos ese dicho popular que dice: "el hombre propone, Dios dispone". A veces la frase se usa con sentido fatalista, como si no se puede hacer de otra manera o como si el ser humano no tiene tanta responsabilidad y todo depende de Dios; a veces también puede ser usada esa frase con sentido de confianza: el ser humano hace su proyecto de vida y pide la ayuda de Dios para realizarlo.

 

La frase de la que hablamos tiene su fundamento en textos del Antiguo Testamento, por ejemplo, en el libro de los Prov 16,1: "El hombre tiene proyectos, Yahvé, la última palabra". También se repite la idea en Prov 19,21: "El hombre hace muchos proyectos, pero sólo se cumple el plan de Yahvé"; y en 16,9: "El hombre proyecta su camino, pero Yahvé asegura sus pasos".

 

Notamos la importancia de saber destacar la responsabilidad del hombre: proyectando, proponiendo, organizando, caminando, confiando...; también la importancia de saber destacar la providencia de Dios que guía los pasos y ofrece su ayuda con amor y sabiduría. Dios siempre tiene un proyecto de amor para nosotros, es un plan que subsiste para siempre (Sal 33,11).

 

Para nuestra propia reflexión les propongo estas preguntas:

¿Estamos proyectando bien nuestra vida?

¿Nos dejamos guiar por la sabiduría de Dios para proyectar nuestro camino?

¿Confiamos en la providencia divina?

¿Estamos aprendiendo a descubrir el plan de Dios?

 

Un abrazo,

Animo,