I Domingo de Adviento

30.11.2013 16:44

Mt 24, 37-44

"37.«Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. 38.Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, 39.y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. 40.Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; 41.dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. 

42.«Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. 43.Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. 44.Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre."
Mateo, 24 - Bíblia Católica Online

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ESTAR PREVENIDOS, ESTAR PREPARADOS

En el texto del Evangelio de este domingo primero del Adviento encontramos una clara invitación por parte de Jesús a vivir con la mirada hacia el futuro. Los dos verbos que nos invitan a vivir esta espectativa son: vigilar (velar) y estar preparados (vv. 42-44). Son verbos que nos hacen comprometernos con carácter de anticipación.

Vigilar parece una actitud pasiva, estática, sin embargo siempre nos hace pensar en una tensión, pero con una dirección: tensión hacia Jesús. La preparación también nos hace pensar en una actitud operativa para esperar al que viene. Es Jesús que viene...

La esperanza cristiana, por tanto, es activa. La vida cristiana es una vigilia permanente, ya que no sabemos el día de la llegada del Hijo del Hombre. La mejor manera de estar en vela, es estar haciendo lo que nos corresponde hacer, siempre con alegría, porque sabes que el encuentro es con Alguien que nos ama. 

Por tanto, la Palabra nos invita a vivir con intensidad nuestro presente, con esperanza firme en el futuro. Aspirando encontrar la luz verdadera... Es necesario estar "despiertos", no adormecidos ni distraídos.

El verdadero cristiano sabe que su vida se juega en esa vigilia activa.

Un par de preguntas para ayduarnos a reflexionar:

¿Cuánta es nuestra disponibilidad para que la Palabra de Dios vaya moldeando nuestros pasos en este Adviento?

¿Con qué acciones concretas podemos manifestar que nos estamos revistiendo de Cristo (Rm 13,14)?

¡Ánimo!

 

Para profundizar.

Nos haría bien meditar estas palabras del Papa Francisco:

«En una cultura frecuentemente dominada por la técnica, se multiplican las formas de tristeza y soledad en las que caen las personas, entre ellas muchos jóvenes. En efecto, el futuro parece estar en manos de la incertidumbre que impide tener estabilidad. De ahí surgen a menudo sentimientos de melancolía, tristeza y aburrimiento que lentamente pueden conducir a la desesperación. Se necesitan testigos de la esperanza y de la verdadera alegría para deshacer las quimeras que prometen una felicidad fácil con paraísos artificiales. El vacío profundo de muchos puede ser colmado por la esperanza que llevamos en el corazón y por la alegría que brota de ella. Hay mucha necesidad de reconocer la alegría que se revela en el corazón que ha sido tocado por la misericordia. Hagamos nuestras, por tanto, las palabras del Apóstol: «Estad siempre alegres en el Señor» (Flp 4,4; cf. 1 Ts 5,16)». (Misericordia et misera, 3).

 

Además, nos haría mucho bien leer esta Carta del Papa Francisco (20 de septiembre 2017):

https://w2.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2017/documents/papa-francesco_20170920_udienza-generale.html

EDUCAR A LA ESPERANZA!

VIVE, AMA, SUEÑA, CREE, ESPERA, CONSTRUYE, SE RESPONSABLE...