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CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS
CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS
En el Antiguo Testamento se nos revela un Dios que hace tantas promesas. Esa revelación se va dando a conocer paso a paso, con una pedagogía que invita a mirar hacia atrás, para entender el presente y el futuro.
La promesa principal se resume en una palabra: salvación-liberación. Por ejemplo, aquella promesa-misterio que encontramos en el profeta Isaías, con los cánticos del Siervo de Yavé (Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-11; 52,13-53,12). En los Cánticos se habla de un Siervo que hace suyos las dolores y sufrimientos del pueblo y por eso le da salvación. Eso se cumple en Jesucristo.
También es interesante el anuncio del Enmanuel que nacerá de una virgen (Is 7,14), que se cumple en Jesús (Mt 1,23). Además, el anuncio profético del liberación según Is 61,1-2, cumplido en Jesús, cuando hace su reflexión en la sinagoga de Nararet (Lc 4,17-19).
Esto quiere decir que el pueblo de Dios está llamado a descubrir poco a poco, en distintos signos, las huellas de Dios, que alcanzan su plenitud en Jesucristo.
Uno de los signos que llama mucho la atención es el anuncio de aquel que prepará el camino... Según el profeta Malaquías 3,1 llegará un mensajero para allanar el camino. Y más adelante dice concretamente: "Voy a enviarles al profeta Elías antes de que llegue el Día de Yavé" (3,23). Esa promesa se cumple en la persona de Juan, el Bautista. Es Jesús mismo que dice: "él (Juan) es Elias, el que iba a venir" (Mt 11,14). Para aclarar mejor las cosas, el evangelio de Lucas habla sobre Juan diciendo que "irá delante de él (el Señor) con el espíritu y el poder de Elías" (Lc 1,17). Y todavía más claro, según el evagelio de Mateo, Jesús hace una interpetación de la persona de Juan con estos términos: " Ciertamente, Elías ha de venir a restaurarlo todo. Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron" (Mt 17,11-12). Y el evangelista comenta, para aclarar mejor la cosas: "Entonces los discípulos entendieron que se refería a Juan el Buatista" (Mt 17,13).
Con estos pocos ejemplos podemos sacar un par de conclusiones muy importantes para nuestra fe:
- El Señor cumple sus promesas: lo ha demostrado. Para darnos cuenta del cumplimiento de las promesas es necesario abrir los ojos, leer bien los signos que nos ha dejado en la historia y confiar en sus palabras. Sus promesas están abierta al futuro, por eso también es importante mirar hacia adelante...
- La promesa se cumple por medio de acontecimientos o de personas. El lenguaje del Señor es sorprendente. Es importante estar abiertos a su lenguaje. En este sentido, es importante el ejercicio del discernimiento en todo tiempo y lugar...
Les deseo buen camino de Adviento, agradeciendo al Señor por cumplir sus promesas.
¡Ánmo!
