CULTIVAR LA FE

CULTIVAR LA  VIDA DE FE

 

Cultivar es un verbo que inspira una dinámica muy interesante.

 

Según el diccionario, tiene que ver con  plantar una semilla, cuidar lo plantado y recoger frutos después de todo un esfuerzo. Todo esto  hace pensar en un proceso que tiene distintas etapas. A veces, puede ser que esas etapas son de trabajo intenso, otras veces, de espera y de expectativa. Lo importante es estar siempre despiertos en todo el proceso. La fe es así, porque implica pasar por distintas etapas: sembrar, regar, cuidar, vigilar, cosechar...

 

Otro sentido de la palabra cultivar, según el diccionario, es poner todos los medios necesarios para  desarrollar, potenciar  o ejercitar el conocimiento, los talentos , la memoria o las relaciones. En este caso la dinámica tiene que ver con  el crecimiento en humanidad  con todo lo que eso implica. También la fe implica potenciar los contenidos de la fe, hacer memoria de ellos y ponerlos constantemente en relación con la vida cotidiana. Para hacer todo eso se necesita la lectura, la reflexion, la oración y el discerniento constante.

 

Cultivar la fe es un ejercicio humano y también espiritual, implica comprometerse de lleno con todas nuestras capacidades humanas y una búsqeuda permanente de una relación confiada con el Padre Eterno y la comunidad cristiana.

 

Creo que vale la pena cultivar la fe. Cada puede descubrir el mejor modo de hacerlo.

 

 

Ánimo,

P. Rafael