Cristiformando
21.07.2022 11:13
"CRISTIFORMANDO"
Según el diccionario la fefinición de "forma" se entiende de diversas maneras: como configuración externa de algo, un modo de proceder, un molde en el que se vacía y forma algo, también hace referencia al modo o manera de hacer cosas, un estilo o modo de expresar la ideas... Como vemos se trata de una algo que determina el modo y que se expresa exteriormente.
Si usamos la expresión "formando", hacemos referencia al verbo en gerundio, como una acción que está pasando o se está realizando o llevando a cabo. Entonces, es esa actividad permanente de dar forma, definiendo continuamente un modo, un estilo, una figura. Pero, ¿quién es el modelo?
Para nostoros los cristianos la el modelo es Cristo. Y nuestra vida se está formando continuamente según ese modelo, es decir que nuestra tarea es preocuparnos para que todo en la vida vaya tomando la forma de Cristo. A esto le llamamos "cristiformando".
Para entender mejor la diferencia vale la pena ver también estas palabras, que tienen que ver con la formación:
Informar, significa dar noticias de algo, pero también dar forma sustancial a algo; también significa perfeccionar a alguien dando buena instrucción.
Desinformar, es dar información intencionalmente manipulada al servicio de ciertos fines; también se entiende como dar información insuficiente u omitirla.
Deformar, significa hacer que algo o alguien pierda su forma.
Transformar, significa hacer cambiar de forma a alguien o algo; también se entiende como hacer mudar de costumbres a alguien.
Todos estos conceptos nos ayudan a concentrarnos mejor en lo que nos interesa: la forma, la formación. Pero sobre todo vivir ese proceso de tomar la forma de Cristo, en cualquier lugar y tiempo, en toda circunstancia, en todas las áreas de la vida y aplicado a cualquier persona. Nuestro propósito debe ser permanecer en esa tarea de estar continuamente "cristiformando".
No es cuestión sólo de informar, mucho menos de deformar. Es, más bien, cuestión de formar (y también transformar) según un modelo: Cristo.
Tratemos de aclarar mejor todo esto poniendo algunos ejemplos para entendernos mejor. Son ejemplos que tienen que ver con nuestra vida personal y comunitaria, como experiencia vivida en un contexto particular.
Jesús en la última cena lavó los pies a sus discípulos y les dice claramente que les da ejemplo para que ellos también hagan lo mismo (Cfr. Jn 13,15); así Jesús estaba mostrando su forma de siervo (Cfr. Fil 2,7) permanenciendo con la forma de Dios (Fil 2,6). De ese modo, dice la Primera Carta de Pedro, Jesús nos ha dejado ejemplo para que sigamos sus huellas (2,21). Por tanto, nuestra tarea es tomar la forma de Cristo en nuestras vidas y para eso necesitamos un proceso continuo de transformación. Recoremos siempre que el modelo original es Cristo.
Además, Cristo, con su presencia da forma a cada situación y cada circunstancia. Cristo puede y debe iluminar cada espacio de nuestra vida y de nuestra historia: la cultura, la organización de la sociedad, la política, los procesos educativos, los momentos de descanso, las vacaciones, el trabajo, los momento de oración, las fiestas, las relaciones de amistad, la vida familiar, los compromisos pastorales... todo puede entrar en esa dinámica de estar manifestando la forma de Cristo.
Cuando se toma la forma de Cristo entonces todo refleja un rostro diferente: más integrado, armonioso, ordenado, justo, orientado...
Cristo es luz que puede iluminar todo.
Sigamo cristiformando nuestra vida, la vida de la Iglesia, la vida del mundo...
Animo,
P. Rafael