CONVERSION O CONVERSIONES

03.09.2021 15:20

¿CONVERSIÓN O CONVERSIONES?

Normalmente cuando hablamos de conversión pensamos en esa experiencia de cambio profundo y real que se da en el modo de pensar y en el modo de obrar. Se trata de una transformación que se manifiesta en la vida concreta, pasando de una situación de pecado a una situación de gracia, tratando de buscar la santidad. En este modo de entender la conversión se pone en juego un dinamismo que tiene que ver con el paso de algo negativo a algo positivo. Es un modo correcto de entender la conversión, pero también existen otros modos. Esta reflexión nos quiere estimular a que consideremos otras posibilidades.

A modo de exploración les propongo que pensemos en otros modos de entender la conversión. Algo así como otras "conversiones" posibles. Otros modos posibles de ver la conversión nos invitan a descubrir otros dinamismos que se mueven internamente. Veamos algunos ejemplos:

Primer dinamismo: entender la conversión como transformación, como paso de lo negativo a lo positivo. De esto ya hemos dado un pequeño comentario. Es la visión de comprensión más común. También podemos decir que es la idea más inmediata para entender el paso del pecado a la gracia.

Segundo dinamismo: entender la conversión como maduración, como pasar de algo bueno que ya se hace o se tiene a algo mejor que se debería lograr. Esta es una dinámica que estimula a buscar objetivos cada vez más grandes. En este dinamismo se nos invita a pasar: de lo bueno a lo mejor, del "está bien así" al "puede estar mejor", del "todo camina bien" al "todo puede mejorarse", del poco al mucho, del mucho al mucho más.

Tercer dinamismo: entender la conversión como clarificación, como pasar de algo que se comprende sólo en parte o de modo limitado para luego pasar a una idea más clara de las cosas. En esta dinámica lo que sucede es que se logra una mirada más clara de la propia verdad, la identidad y misión, se logra entender mejor el proyecto de Dios para cada uno y para todos. En este dinamismo la luz se va intensificando cada vez más y se iluminan todas las áreas de la vida. Se pasa de una luz tenue a una luz más clara.

Cuarto dinamismo: entender la conversión como profundización, como pasar de una mirada superficial a una mirada más honda de la realidad y del caminar histórico de la vida. En esta dinámica se da la invitación a ver con ojos más agudos, tratando de ver todos los aspectos del conjunto, todos los lados posibles de la vida, para entender el sentido de la vida. Se pasa de ver sólo una parte a ver todas las partes.

Hemos propuesto cuatro niveles de comprensión de la conversión y cada uno puede darnos mucha luz para entender nuestro propio camino de fe. Para concretizar aún más esos dinamismos de conversión podemos puntualizar varios ejemplos, que forman parte de nuestro ser discípulos de Jesús. Veamos...

Pensemos en los momento cuando Jesús nos pidió que cambiáramos la mentalidad de considerar que Dios es un Dios lejano, frío, insensible o justiciero; y mejor pasar a conocer y aceptar a Dios como Padre, cercano y misericordioso, que sufre junto a sus hijos.

Pensemo en la invitación que nos hace Jesús de pasar de una fe concentrada en lo personal a la fe comunitaria, es decir, pasar de lo estrictamente presonal (individual) a la experiencia de comunidad. Se trata del paso del "yo" al "nosotros". Esta conversión es tan necesaria, sobre todo, en estos momentos que la Iglesia ha entrado a profundizar en la experiencia de sinodalidad (sínodo quiere decir caminar juntos). No es lo mismo caminar solo que caminar juntos.

Pensemos en el cambio que nos pide Jesús: desde la condición de "estar fuera" pasar a la condición de "sentirse dentro", es decir, pasar desde la condición de no ser parte del cuerpo a sentirse parte del cuerpo que es la Iglesia. También se puede aplicar esta conversión cuando se nos piede cambiar la visión de estar concentrados sólo en nosotros mismos y pasar a una mirada de ir hacia los otros. La comunidad de Jesús está invitada a superar la visión estática pasando a ser una comunidad en camino.

Pensemos en la conversión que nos pide Jesús de superar la idea de "ser cumplidores de la ley por temor" y pasar a un "asumir personalmente la ley por amor". Hablando de amor, también tendría que darse el cambio de ver el amor sólo como algo ocasional o puntal para pasar a ver el amor como un estilo de vida, es decir, algo permanente.

Otros pasos importantes: superar la idea de querer ser servidos y pasar a la condición de servidores; cambiar la idea de la cerrazón y pasar a la apertura; de una idea de vida mediocre en la Iglesia pasar a sentir pasión por dar el mejor rostro de la Iglesia; de un conformismo pasar a un estilo de inquietud permanente; de una mirada reducida sobre la Revelación, la vida, la Iglesia, la historia y el mundo, pasar a una mirada más amplia y profunda de su significado.

Por último me gustaría proponerles que reflexionemos en este ejemplo de conversión: desde una visión de mucha prisa por cambiar todo de una día para otros, pasar a una visión de proceso, en el cual se vive en perspectiva de cambio permanente sosteniendo un ritmo con sentido y orientación.

Espero que nuestra conversión personal esté considerando todos (o algunos de) estos niveles...

Mucho ánimo,

Rafael. 

___________________________________________________

Para ejemplicar con una figura, veamos este esquema:

Conversión es...