COMO AVESTRUZ
22.07.2021 23:33
COMO EL AVESTRUZ
Existe un mito que dice que el avestruz esconde la cabeza cuando se siente en peligro. En realidad los avestruces, cuando están en peligro, corren. Por cierto es uno de los animales de dos patas más veloces. Desde ese mito se piensa que una persona cuando quiere escapar de un problema sólo esconde la cabeza para evadir responsabilidades.
Los que conocen sobre la vida del avestruz dicen que ese animal baja la cabeza (no la esconde) por varias razones, que no tienen nada que ver con eso de escapar del peligro. El avestruz parece que esconde la cabeza cuando: busca comida, prepara el nido para sus huevos o cuando se siente cansado.
De esa metáfora que nos enseña el avestruz me parece que podemos sacar algunas enseñanzas:
- También nosotros podemos "bajar la cabeza" para buscar comida, es decir, entrar en nosotros mismos, para buscar alimento en nuestro interior. Es como bajar a nuestro misterio para entrar en relación con el Misterio y así seguir nuestro proceso de crecimiento.
- También nosotros podemos "bajar la cabeza" para mejorar nuestro nido, es decir, preparar mejor nuestro contexto en el que se proyectan nuestras responsabilidades. La invitación más clara puede expresarse así: prepar el ambiente desde donde proyectamos nuestras esperanzas y trabajamos por nuestros sueños.
- También nosotros podemos "bajar la cabeza" si estamos cansados, es decir, podemos buscar descanso en una experiencia de retiro, para retomar fuerzas. Un retiro no es escapar del mundo, sino prepararse mejor para vivir mejor en el mundo asumiendo nuestra misión.
Popularmente se dice que no debemos esconder la cabeza. Efectivamente, no es cuestión de esconder la cabeza, sino de "bajar la cabeza", pero con un sentido especial: prepararse para enfrentar la vida con más responsabilidad.
Notamos que del ejemplo negativo sacamos un ejemplo positivo. Lógicamente tener la cabeza abajo es sólo una etapa pasajera. Después, es necesario volver a levantar la cabeza...
¿Cómo podemos prepararnos mejor para nuestras responsabilidades?
¿Qué les parece el ejemplo del avestruz?
Animo,
P. Rafael