CADA UNO EN SU LUGAR

24.06.2021 21:45

CADA UNO EN SU LUGAR

Según la experiencia, cuando se hace un trabajo de equipo, es muy importante que cada uno se mantenga en su lugar, haciendo lo que le corresponde, para que todo funcione bien. Pensemos en algunos ejemplos: un equipo de futbol, un grupo de músicos en una orquesta, un grupo marineros administrando un barco, una familia organizando una fiesta o la vida cotidiana...
 
En cada una de esas circunstancias, un criterio determinante es que cada uno mantenga su lugar, que se busque la armonía en la acción y que se busquen objetivos comunes.
 
En la biblia encontramos plasmada estas ideas de la comunión, el orden y la armonía de los miembros de la comunidad cristiana. Se dice de modo claro: "A cada uno se le otorga la minifestación del Espíritu para provecho común" (1Cor 12,7). Y cada quien en su lugar, cumpliendo su propia vocación, cada uno como miembro del Cuerpo de Cristo (1Cor 12,27-30). Por eso se pide que todo sea para edificación común (1Cor 14,26). Y que el servicio entre hermanos sea para gloria de Dios (1Pe 4,10-11).
 
Con estas pocas  idicaciones bíblicas podemos inferir algunas conclusiones que vale la pena repensar:
- Se necesita que cada uno descubra sus propios dones.
- Se necesita no esconder los talentos personales.
- Se necesita evitar la tendencia a monopolizar las tareas.
- Se necesita saber distribuir las responsabilidades.
- Se necesita dar a cada uno su propio espacio y tiempo.
- Se necesita seguir el criterio de la armonía de la acción, es decir cada uno en su lugar, haciendo lo que le corresponde.
 
No olviedmos que somos un gran mosaico y cada uno de nosotros es importante, irrepetible e insustituible. Un buen ejercicio para entender todo esto que estamos diciendo se puede realizar cuando se celebra la liturgia:
Cada uno en su lugar y haciendo lo que le corresponde..., para que se vea la belleza y la armonía del Cuerpo de Cristo.
 
También se vive en la experiencia cotidiana de la familia: cada uno en su lugar, viviendo su propia condición, aportando para que el rostro de la familia se mantenga siempre hermoso.
 
Cada lugar es impotante. Todos los lugares se complementan.
 
Animo,
P. Rafael