APRENDER A DESCANSAR
01.08.2024 11:26
APRENDER A DESCANSAR:
No todo en la vida es trabajo y ajetreo. No siempre debemos tener la vida en tensión y estrés. Nuestra condición de seres humanos, con dimensiones tan variadas debe llevarnos a reconsiderar la manera cómo usamos el tiempo y organizamos la vida. Por eso es indispensable visualizar los elementos que nos ayudan a equilibrar la vida buscando armonía y paz.
Necesitamos dar tiempo para todo, considerando nuestra condición de seres humanos integrales. Por tal motivo es importante estar muy atentos a nuestra necesidad de salud, en todo sentido: física, espiritual, psicológica, social, emocional... Esto nos hace pensar que debemos aprender a dedicar tiempo para todo: para trabajar, dormir, reflexionar, orar, compartir, proyectar, jugar, vacacionar, descansar...
Dediquemos un par de líneas para reflexionar sobre cómo y por qué debemos aprender a descansar. Hemos dicho que debemos "aprender" a descansar porque no es una cosa que se da espontáneamente. Se requiere cierta disciplina para organizar todo y tener tiempo para descansar. El descanso implica aprender a dormir, a desconectarse, alejarse de las pantallas, dedicar tiempo para la lectura o la meditación, saber organizar el tiempo para las vacaciones, para el encuentro con los amigos... Todo esto es necesario para recuperar fuerzas y el ánimo para la vida. El objetivo es importante: para recuperar fuerzas.
En la biblia se nos dice que hay tiempo para todo (Eclesisastés 31,1-8). El v. 5 dice específicamente habla del tiempo para "apartarse". Es una cosa fundamental para mirar desde otro ángulo. Es una verdad que debemos aprender a asumir en nuestra propia vida. El descanso es importante para descubrir otras dimensiones de la vida. Si descansamos bien lograremos equilibrio en otras dimensiones de nuestra vida.
Espiritualmente debemos recordar que Jesús nos invitó a descansar con él y en él. Jesús invitó a sus discípulos a descansar después de la misión (Mc 6,31) y también animó a todo aquel que se sienta cansado que vaya hacia él (Mt 11,28). Por tanto, Jesús es una buena respuesta para neustros cansancios y vidas ajetreadas.
Le animo a descubrir esta dimensión de la vida: el descanso que sea regenerador de vida. Y si es con Jesús, mejor.
Un abrazo,
P. Rafael