APERTURA A LO NUEVO
APERTURA A LO NUEVO
En estos días he estado reflexionando sobre una actitud importante para nuestro caminar por la vida: la apertura a lo nuevo. Esta actitud puede despertar varias posturas:
a) Emoción positiva: sería una apertura para seguir construyendo la vida, utilizando todos los aspectos que se van presentando en la vida, ya sean positivos o negativos. Recordemos lo que nos enseña San Pablo: "Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que le aman, de los llamados según su designio" (Rm 8,28). Con esta actitud siempre se construye. La emoción positiva tiene su fuente en la confianza en Dios.
b) Indiferencia: esta postura es muy complicada, peligrosa precisamente por ser ambigua. Con esta actitud no se avanza, ni se construye un mundo nuevo. Facilmente se cae en el pesimismo. Los cristianos estamos invitados a profundizar nuestro "si" (Cfr. 2Cor 1,20), a no quedarnos indiferentes. Es importante la respuesta positiva que despierta nuevos dinamismos y que nos da sorpresas, porque Dios siempre sorprende con sus propuestas.
c) Miedo paralizador: la actitud temerosa tampoco permite avanzar, paraliza. Una persona con miedo no se lanza ante los nuevos retos. Y por no lanzarse, no logra nada. También esta actitud debe ser vencida. Necesitamos la valentía de los misioneros, de los mártires, de los hombres y mujeres de fe que han sabido confiar y ponerse en camino. Jesús animó a sus discípulos y sigue animándonos a nosotros hoy: "no tengan miedo" (Mt 14,22-33; Mt 28,10; Cfr.Is 41,10-14)
La apertura a lo nuevo es un reto continuo, es una ventana siempre abierta para que entre el aire fresco a la vida. Vale la pena trabajar por esta postura positiva. Sólo el que busca encuentra, dice Jesús. Sólo el que hace preguntas encuetra respuestas. Sólo quien enfrenta con valentía las nuevas circunstancias puede contruir esperanzas...
¡Ánimo!