año 2019

09.03.2019 20:49

Comenzando el año 2019

El inicio de un nuevo año nos permite poner en nuestra mente y en nuestro corazón los buenos propósitos para el tiempo venidero. Es el momento para plantaerse qué camino se quiere recorrer y cómo hacerlo.
 
Sin duda, será muy impotante la actitud positiva y propositiva, reconociendo en cada etapa una oportunidad y una responsabilidad.
 
Desde nuestra fe también es necesario reconocer que la providencia de Dios nos acompaña. Caminamos con esperanza con la gracia de Dios. Las promesas de Dios son nuestra garantía. La carta a los hebreos recuerda que "...Dios, queriendo probar abundantemente a los herederos de la promesa que su decisión era definitiva, interpuso un juramento. Así, tenemos dos realidades seguras, promesa y juramento, en las que Dios no puede mentir. En ellas, los que hemos buscado refugio agarrándonos a la esperanza que se nos ofrece, tenemos un consuelo válido. Esta esperanza es como un ancla firme y segura del alma, que penetra más allá de la cortina del Templo, allí donde Jesús entró por nosotros, como precursor, nombrado sumo sacerdote perpetuo según el orden de Melquisedec (Hb 6,17-20)

 

Otro texto que vale la pena recordar: "... la ley no llevó a la perfección; en cambio ahora se introduce una esperanza más valiosa, por la cual nos acercamos a Dios" (Hb 7,19). Jesucristo es nuestro sacerdote eterno, por tanto, nuestras esperanza. Y con esa seguridad caminamos.

 

Con la mirada puesta en Dios y en Jesucristo, el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14,6), avanzamo en esta nueva aventura.
 
¡Animo!